martes, 31 de julio de 2012

Nuevas medidas en Argentina

El Gobierno de Argentina presentó hoy el nuevo sistema por el cual controlará el ingreso a los estadios de futbol mediante lectores de huellas dactilares, medida que busca impedir el acceso a las canchas a los aficionados violentos. Un centenar de lectores de huellas serán instalados en los estadios y un sistema informático cruzará los datos de cada persona con las listas de los aficionados violentos, confeccionadas por los clubes, según explicó el ministro del Interior argentino, Florencio Randazzo. 

El sistema fue probado en un acto en la sede del Ejecutivo, donde el software denegó el acceso al propio Randazzo y no logró leer correctamente las huellas de la presidenta argentina, Cristina Fernández, lo que causó la risa de los asistentes. "Vamos a necesitar la colaboración activa de todos los dirigentes de los diferentes clubes para que suministren los datos de aquellas personas a las cuales no se les puede permitir el acceso a los estadios, más allá de todos los datos que se van a cargar y que tiene la Justicia sobre prófugos y de gente con captura recomendada", señaló la mandataria. 

Un total de 264 personas han muerto en Argentina por causas relacionadas con la violencia que se produce cada fin de semana en las canchas del fútbol argentino. Cinco de estos casos se han registrado en el primer semestre de este año. El futbol volverá a los estadios locales el próximo fin de semana, con el arranque del Torneo Apertura, que la presidenta pidió hoy que se llame "Eva Perón", en conmemoración de los sesenta años de la muerte de la segunda esposa del tres veces presidente argentina Juan Domingo Perón. Asimismo, Fernández pidió que la Copa Argentina lleve por nombre "Evita capitana".

Extraido de Superhincha.blogspot.es

domingo, 29 de julio de 2012

Dynamo Dresden-West Ham Pretemporada





La batalla de "Koningin Beatrix"





Entre los grupos hooligans ingleses ha habido hostias como panes de todos los colores. Sin embargo no es muy común encontrar episodios de hooliganismo que atañan a un ferry como campo de batalla.
El suceso ocurrió en el lejano agosto de 1986 cuando centenares de aficionados del Manchester United, West Ham, Liverpool y Evertoon volvían a Inglaterra después de seguir a sus equipos a través de diversos amistosos disputados en suelo continental. El ferry, llamado “Koningin Beatrix”, partió desde Holanda rumbo a Inglaterra y cuando se encontraba a mitad de camino estalló una brutal pelea entre seguidores del Manchester United y del West Ham.
Que la pelea se iba a iniciar tarde o temprano es algo que se palpaba en el ambiente, tal y como cuentan algunos de los testigos. Había motivos para ello puesto que aficionados del West Ham habían apuñalado a un joven seguidor de 16 años del Manchester United, dejándolo gravemente herido, en el último partido disputado entre ambos clubes. Y por si esto no fuera bastante, los seguidores del West Ham empezaron a mofarse del accidente de avión sufrido por jugadores del Manchester United en 1958 corriendo por los pasillos con los brazos extendidos y dejándose caer como si hubieran sido derribados.
Las hostilidades, sin embargo, las iniciaron los seguidores del Manchester United, los cuales sobrepasaban en una proporción de 5 a 1 a los seguidores del West Ham, atacando a éstos, los cuales respondieron arrojándoles extintores, sillas, mesas y  todo lo que podían arrancar, así como navajas y cutters.
Los seguidores del West Ham, a pesar de encontrarse en una abrumadora desproporción numérica, aguantaron desesperadamente las embestidas, resultando “vencedores morales” de esta pelea que involucró a 150 personas.

A su llegada al puerto de Liverpool, más de 100 policías esperaban para detener a los involucrados en la pelea, siendo 14 los detenidos y los más de 100 seguidores del West Ham fueron introducidos, con escolta policial, en un tren que los llevó a Londres.